lunes, 15 de octubre de 2007

Propuesta a partir del acciedente del colegio ECOS

El 8 de octubre de 2006 un grupo de estudiantes de Capital Federal volvían desde Chaco, de un viaje con fines solidarios, con la alegría de haber compartido su tiempo, ilusiones y amor con chicos que viven una realidad diferente. Pero 9 de ellos y su profesora perdieron la vida en un choque entre el micro en el que viajaban, conducido por alguien sin experiencia ni habilitado para hacerlo y un camión, cuyo conductor estaba alcoholizado, en una ruta no dimensionada para el tránsito que posee, suma de factores que dejó en evidencia la inexistencia de los organismos de control, y la ausencia del Estado.

Desde ese día, los padres, familiares y amigos de las víctimas luchan para ayudar a cambiar esta terrible realidad nacional, y redactaron un petitorio para reclamar a los gobernantes que la Seguridad Vial sea Política de Estado, para que nadie más muera en nuestro país por hechos de tránsito evitables. Han solicitado desde entonces adhesión al petitorio a toda la Sociedad.

- Nuestros hijos murieron no porque lo decidiera el destino, sino por la negligente e ineficaz seguridad vial.

Nada nos devolverá sus vidas, pero podemos evitar que ocurra nuevamente. Otros hijos nuestros y muchos hijos de padres y madres que desconocemos viajaran por nuestras rutas, algunas de las cuales trágicamente las llamamos "de la muerte", sin otra acción que la de esperar un nuevo accidente. No queremos ver subir a un bus a nuestros hijos y tener que pensar si esta será también nuestra despedida.

Pedimos a "los representantes del pueblo" de ambas cámaras legislativas una preocupación seria y diligente por la seguridad en nuestras rutas. No somos especialistas (a ellos les tocará el estudio de las mejores medidas). Nosotros somos víctimas de las medidas que no se han tomado.

Pedimos una ley integral de seguridad vial que contemple los controles de los chóferes de buses y camiones, sus horas de descanso, la posibilidad de que los camiones no transiten de noche, la prohibición de venta de bebidas alcohólicas a los chóferes, los controles reales y eficaces de alcoholemia, que la policía que está en las garitas de peajes no sólo controle y custodie la caja de las empresas, sino que tenga la posibilidad de control y detención de conductores y vehículos en malas condiciones.

Pedimos al Poder Ejecutivo un eficaz control por intermedio de la Comisión Nacional de Regulación del Trasporte, de las leyes vigentes o aquellas por sancionarse, a fin que las leyes no sean solamente cumplimiento ante los reclamos de la sociedad. Y al Ministerio que corresponda, el llamado urgente a licitación a fin de que las rutas -concesionadas o no- cumplan con las necesidades mínimas ante el aumento del parque automotor, y de tráfico internacional, siendo de dos carriles por mano, y con banquinas adecuadas.

Pedimos al Poder Judicial la sanción sistemática de quienes no cumplen con las leyes vigentes o por sancionarse, a fin de no seguir viendo en cámaras ocultas transportistas que evaden los pocos controles con una moneda; o de los empresarios que exigen un ritmo inhumano para los conductores.

Pretendemos que Nunca Más los padres tengamos que esperar con angustia el llamado de nuestros hijos informándonos que "llegaron bien", lo que debería ser habitual y cotidiano, y que todos los poderes de la República trabajen seria y responsablemente para evitar todo aquello que no es fruto del azar sino de la imprudencia o la irresponsabilidad.

martes, 9 de octubre de 2007

LAS PREGUNTAS MÁS FRECUENTES SOBRE SEGURIDAD VIAL

P: ¿A qué se llama acostumbramiento a la velocidad?
R: Seguramente le pasó alguna vez, ya sea conduciendo o como pasajero, que luego de circular durante varias horas a alta velocidad (100km/h o más), en caso de disminuir la misma a la mitad, puede tener la sensación de que esta casi deteniéndose. Esta¨ ilusión perceptiva¨es peligrosa, pues predispone a circular a más velocidad, tanto al ingresar a una vía de tránsito lento, como al tomar una curva o al calcular las distancias en ruta.
Nuestro cerebro se acostumbra a la alta velocidad y deja de registrarla como tal, en otras palabras, se tiene la sensación de viajar más lento. Para corregir esta percepción equivocada el conductor debe mirar periódicamente el velocímetro, y reducir la velocidad si se ha sobrepasado la segura.

P: ¿Qué incidencia puede tener la velocidad en la posibilidad de sufrir un accidente?
R: Mucha. Aunque cueste creerlo, está estadísticamente demostrado que a partir de los 80 km/h de circulación, que por cada 15 km/h que aumenta la velocidad a la que se circula, se multiplica por dos la posibilidad de sufrir un accidente de tránsito y morir en él.

P: ¿Está prohibido para el conductor el uso de teléfonos celulares?
R: Sí, está prohibido conducir ¨utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua, como teléfonos inalámbricos¨ (Ley Nacional de Tránsito, art. 48 inc.) Además, conducir mientras se habla por teléfono produce dispersiones en la atención que aumentan el riesgo de accidente. Por ello, es aconsejable salirse de la circulación y estacionar si se necesita hablar por teléfono.

P: ¿Quién tiene prioridad de paso en una rotonda?
R: En la Argentina, la Ley Nacional establece que en su artículo 43, inc. 5, que el que circula por la rotonda tiene prioridad sobre el que intenta ingresar, y el que intenta salir sobre el que circula por ella, salvo señalización en contrario.

P: ¿Qué equipamiento es obligatorio en las bicicletas?
R: La ley nacional de Tránsito 24449 exige que todas las bicicletas tengan elementos reflectivos en pedales y ruedas para ser más visibles durante la noche, una luz blanca hacia delante y una luz roja atrás. Es aconsejable además que los ciclistas usen ropas claras.

P: ¿Es obligatorio el uso de cascos para cicllistas?
R: El uso de casco para los ciclistas no es, todavía, obligatorio en nuestro país pero es muy aconsejable ya que puede amortiguar los golpes en la cabeza en caso de accidente, los cuales son la principal causa de muerte entre los ciclistas accidentados. El casco de ciclista, para ser efectivo en su protección, debe quedar colocado firme en la cabeza, no suelto, y siempre ajustarse con las tiras bajo el mentón.

P: ¿Es necesario tener licencia de conducir para manejar ciclomotores?
R: Sí , es obligatorio poseer licencia para conducir ciclomotores y la edad mínima es de 16 años, en tanto no lleven pasajeros , o 17 años para llevar pasajeros, según la ley nacional de tránsito 24449, art. 11 (licencia clase ¨A¨ que habilita también para conducir triciclos motorizados y motocicletas de hasta 150 cm3 de cilindrada)

P: ¿Los taxis tienen obligación de tener cinturones de seguridad en el asiento trasero?
R: Por supuesto, el artículo 40 de la ley nacional de tránsito argentino así lo indica en su reglamentación. Además, en el mismo artículo, se plantea como obligación para circular que todos los ocupantes del vehículo usen los cinturones de seguridad. El uso en los asientos traseros es muy importante, ya que, anualmente, muchos pasajeros que viajan atrás resultan gravemente lesionados al ser despedidos hacia el frente o fuera del vehículo.

P: Muchas veces al circular en ruta detrás de un camión, éste hace señas manuales y/o con la luz de giro derecha para que lo pase ¿Que se debe hacer?
R: Quedarse en el carril hasta que con los propios ojos se observa el camino y se comprueba que se tiene la vía libre en una distancia suficiente para evitar todo riesgo al sobrepasar. La ley nacional de tránsito es muy clara al respecto.

domingo, 7 de octubre de 2007

soluciones para los accidentes viales


Si bien es cierto que los accidentes viales no son un mal exclusivamente argentino, también
es verdad que aquí resultan más numerosos que en la mayor parte del mundo, de acuerdo con
el tamaño de su población. Esa llamativa propagación, tan dañina en materia de vidas
perdidas, secuelas graves e importantes consecuencias materiales, ha movilizado positivas
iniciativas tendientes a neutralizarla y revertirla, que deberían complementarse con mayores
esfuerzos en educación vial.
El Senado de la Nación tiene para su consideración un proyecto de ley tendiente a la
modernización del transporte terrestre, denominada Promitt, que prevé una red federal de
autopistas inteligentes, que unirán capitales provinciales, países limítrofes, puertos de
ultramar y grandes centros turísticos, y que incluirán, además de la doble calzada, cruces a
distinto nivel y circunvalaciones urbanas; un equipamiento electrónico que permita optimizar
la seguridad vial; radarización integral con cámaras de video que permitan fiscalizar el flujo
de vehículos en tiempo real desde centros de control de tránsito, y detectores automáticos de
niebla y de hielo.
Siguiendo el ejemplo de países pioneros, como Alemania y los Estados Unidos, la iniciativa
contempla que las autopistas sean de libre circulación y estén exentas de peaje directo, lo
cual no obstaría para que se ejecuten íntegramente con inversión privada de riesgo, sin avales
ni subsidios del Estado. El recupero de la inversión se haría por medio de una tasa de unos
pocos centavos por litro de combustible, que se empezaría a pagar sólo cuando la red esté
construida. Para eliminar el riesgo del desvío de fondos, flagelo crónico para la
infraestructura vial en las últimas décadas, la tasa sería recaudada por las empresas
petroleras, que en cinco días deberían depositarla en la cuenta del concesionario, sin pasar
por ningún circuito estatal.
La propuesta propicia también que la recaudación del IVA de la red federal de autopistas se
destine íntegramente a inversiones ferroviarias, de forma tal que se complementen ambas
redes.
Paralelamente, la Asociación Argentina de Carreteras -entidad con más de 55 años de
actividad en ese ámbito- ha aportado algunas iniciativas apropiadas como base para la
formulación de políticas de largo plazo destinadas a que el tránsito vehicular se torne más
seguro.
Esta asociación ha recomendado que la seguridad en el tránsito sea definida "como una
política de Estado clara y sustentable"; que en esa materia sea designada "una unidad
ejecutora con autoridad nacional", y que sean asignados los recursos pertinentes "para que
esa unidad ejecutora pueda confeccionar y poner en práctica un plan permanente de
seguridad vial".
Para lo inmediato, la Asociación Argentina de Carreteras reclamó controles coordinados y
permanentes, en todo el país, de velocidad, alcoholemia, uso del cinturón de seguridad en los
automóviles y empleo de cascos en las motocicletas; controles intensivos para los conductores
profesionales de vehículos de carga y de transporte de pasajeros, y sus unidades;
profundización de las mejoras de la infraestructura vial, ampliando la capacidad de las rutas y
optimizando la señalización de las calles y las rutas, y encarar un enérgico plan de difusión y
capacitación en normas y reglamentaciones de tránsito.
Nada nuevo, por cierto. Sin embargo, se ha hincado el dedo en una llaga supurante: poco o,
mejor dicho, nada de eso ha sido puesto en práctica.
Se propuso, además, que los peajes y otros sitios de detención obligatoria de vehículos sean
aprovechados como plataforma para los controles; que sean unificados los requisitos y
criterios para la concesión en todo el país de las licencias de conductor; que todos los
distritos argentinos se adhieran al Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (Renat) y se
comprometan a consultarlo antes de emitir cada licencia; que sea desarrollado un sistema de
control automático de los excesos de velocidad en las rutas de alto tránsito y en las vías de
acceso a nuestras grandes ciudades, y que se torne obligatoria la verificación técnica de todos
los vehículos en circulación.
Sustentando el legítimo principio de que el cumplimiento de la ley no es optativo para nadie,
la asociación plantea, con toda razón, una propuesta privada que tiende a reemplazar la
nociva inacción del Estado en este sentido.
Los excesos en esta delicada materia no son, valga reiterarlo, mal exclusivo de la Argentina.
Esto ha sido puesto en evidencia hasta por la intervención de la Iglesia pidiendo moderación y
prudencia a los conductores. Pero sería un magro y pernicioso consuelo que los argentinos hiciésemos hincapié en esa peculiaridad para emplearla como excusa, en lugar de mejorar nuestro sistema de carreteras y de prestarles atención a razonables recomendaciones y a la imperiosa necesidad de darles todo nuestro respaldo.

Causas de los accidentes del Tránsito
.Los accidentes del tránsito encuentran sus causas en una diversidad de variables. Los expertos afirman que el 96% de éstos se producen por fallas humanas del conductor o del peatón.
La Dirección Central de Carabineros ha establecido la siguiente tabla de causales de accidentes:
Conducción :22.24 %
Peatón :11.00 %
Señalización prioridad de paso :10.77 %
Velocidad :10.21 %
Intemperancia :6.75 %
Derecho preferencia paso :4.47 %
Adelantamiento:3.40 %
Fallas mecánicas:3.29 %
Virajes:2.09 %
Señalización vial:1.82 %

Dicen que los micros de dos pisos tienen problemas de seguridad

La estabilidad de los ómnibus de dos pisos cayó bajo la lupa de los investigadores tecnológicos. Una seguidilla de accidentes, con un saldo de víctimas fatales y heridos con serias amputaciones, alarmó a la Secretaría de Transporte y a expertos en accidentología. Sólo de Retiro, parten a diario 60 mil pasajeros a bordo de 1.200 coches gigantes. La Universidad Tecnológica (UTN) inició una investigación, partiendo del presupuesto que los ómnibus de doble piso son "inestables", y que el peligro de vuelco aumenta cuando sus bodegas están vacías y sólo llevan pasajeros en el piso superior. El estudio, pedido por la Secretaría de Transporte de la Nación, también considera otros factores, como el mal estado de las rutas, la falta de peralte en curvas de alta velocidad y la incidencia del clima, por caso, los fuertes vientos.La investigación se inició luego del accidente ocurrido el 12 de abril pasado en Paraná, cuando Milagros Girard, de 12 años, sufrió la amputación de ambos brazos (ver La nena...) Por su parte, la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) sostuvo en un informe oficial que "si bien las unidades de mayor altura presentan menor estabilidad, no existe mérito suficiente que permita excluir a este tipo de rodados" del servicio de transporte de pasajeros. Idéntica fue la opinión de Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI). "El centro de gravedad en un modelo de doble piso es similar que en un modelo de piso elevado", dijo su gerente Daniel Orciani. "Nuestros modelos cumplen normas de inflamabilidad superiores a las europeas", agregó.Pero el ingeniero e investigador Gustavo Brambati, del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (una empresa de investigación que integran 10 compañías de seguro del país) señaló a Clarín que, ante un impacto, estos vehículos "al encontrarse el centro de gravedad elevado, ya sea por la amplia zona para guardar valijas o por el doble piso, la posibilidad de volcar es mayor".Brambati recordó que para contrarrestar el rolido o balanceo de los ómnibus, se usan materiales livianos que "difícilmente soporten vuelcos o colisiones frontales". Cuestionó además el "escape" previsto por las ventanillas herméticas, que deben ser rotas con pequeños martillos. "Eso no sirve ante un accidente y las personas sufren fracturas al caer de dos metros de altura", señaló.En Santa Fe, el gobierno evalúa la posibilidad de prohibirlos. El director de Transporte, Marcelo Sheil, informó que la medida podría adoptarse para tramos como el de Santa Fe—Rosario. Estudios realizados por técnicos de la UTN santafesina y de la Universidad del Litoral indicaron que "ante un viento de menos de 100 kilómetros, perpendicular a la unidad, sería suficiente para producir su vuelco".Los ómnibus de más de 4 metros, con un largo de 14 metros y un ancho de 2,60 metros presentan una enorme barrera. El experto en accidentología de la UTN, Eduardo Donnet, dijo a Clarín que "si la bodega y el piso inferior están vacíos, y todos los pasajeros están en la zona superior, se eleva el centro de gravedad y aumenta la inestabilidad del vehículo".Donnet explicó que "hay una condición del vehículo que lo torna inestable, pero —sin convertirme en defensor del doble piso— también hay que considerar la ruta que está en muchos casos deteriorada o envejecida, como es el caso de las que no tienen peralte suficiente". El peralte es el ángulo del piso de una curva que compensa la fuerza centrífuga del vehículo y lo endereza.Para la UTN también es necesario analizar la ubicación del volante y del asiento del chofer. "En su cabina —dijo Donnet— tiene poca visión de lo que pasa con el vehículo. A lo mejor el balanceo es fuerte y él no lo siente".

si no creen lo que decimos miren este video